No pienses que la caja de color es solo un contenedor para el papel fotográfico; está tan bien hecha como el papel que hay dentro. La caja es resistente y no se arruga fácilmente, lo que facilita sacar el papel. Colóquelo en una estantería o al lado de la impresora y se mantendrá ordenado sin necesidad de un almacenamiento especial. El papel fotográfico se imprime claramente con colores naturales y la caja es bonita y práctica.